Las varices nos causan molestias e incomodidades en nuestras piernas, esto pasa de lo estético a afectarnos todo un día por el dolor que causan, por ello tenemos una solución natural para empezar a atacarlas desde casa. Existen tres tipos de varices desde las mas mínimas conocidas como arañitas hasta aquellas más grandes y notorias que sí requieren de otros tratamientos médicos.
Siempre ayuda llevar una dieta balanceada, beber 2 litros de agua por día, evitar permanecer mucho tiempo sentada con las piernas cruzadas, entre otras cosas. Para las varices pequeñas y medianas les brindamos un tratamiento que podría solucionar definitivamente sobre todo aquellas venitas que apenas se notan.
Ambientemos el lugar:
Crea un ambiente de relax con música suave, luz tenue, usando velas aromáticas, inciensos o sahumerios, despeja la mente de lo externo y relájate.
Comenzaremos en la ducha
De tener una ducha de mano partimos alternando agua fría con agua ligeramente tibia. Concentrando el chorro de agua fría en los dedos de los pies, deslizamos por las piernas, hacia arriba, detrás de las rodillas y bajamos nuevamente hasta el talón…hacemos lo mismo calentando un poco el agua y nuevamente con agua fría. (unos 30 segundos con cada pierna)
De la ducha pasamos al sillón:
Después del masaje con agua nos colocamos en un asiento cómodo, y realizamos algunos masajes con aceite corporal. Presionamos la pierna de forma ascendente desde el tobillo hasta el muslo (15 repeticiones). Luego llevamos los dedos de los pies, mecemos los pies desde las puntas de los dedos a los talones.
Ahora vamos a pasar a hacer unos ejercicios sobre la cama:
Recostadas boca arriba, elevamos las piernas formando un ángulo de 90 grados y realizamos movimientos de pedaleo (10 min).
Con las piernas tensas elevadas, formando un ángulo de 45 grados, las separamos y las juntamos en el centro. Si no pueden a 45 grados a 90 está bien. (3 repeticiones de 15, descansamos entre cada repetición 30 seg)
Dejamos las piernas en alto y curvamos los pies por el tobillo atrás y adelante, estiramos y contraemos los dedos. (5 repeticiones de 20)
Estiramos las piernas y nos relajamos, entrecerramos los ojos, contraemos todos los músculos del cuerpo y soltamos…nos dejamos llevar por la sinfonía por unos minutos y despacito nos vamos despertando, abrimos los ojos, nos incorporamos despacito y listo! un alivio asegurado.